miércoles, 24 de febrero de 2016

Vendiendo peines

En el mejor estilo de los antiguos vendedores ambulantes que en El Rastro vendían peines y cuchillas de afeitar, Albert Rivera nos anuncia los cinco puntos que el PSOE ha de aceptar incluír en la Constitución para que Ciudadanos apoye apoye a Pedro Sánchez en su investidura como  presidente del gobierno: la supresión de los aforamientos; facilitar las iniciativas legislativas populares (bajando de 500.000 a 250.000 las firmas necesarias para poder iniciar su tramitación); la despolitización de la justicia; la supresión de las diputaciones; y limitar los mandatos a ocho años para el presidente del Gobierno.
Al igual que aquellos vendedores añadían, de regalo, productos -todos de calidad generalmente mediocre- en el lote, así el señor Rivera, por el mismo precio, incluye bastante morralla en sus propuestas. Por ejemplo, bajar el número de firmas de una iniciativa legislativa popular (ILP) servirá de bien poco si se mantiene el procedimiento contemplado hasta ahora, que incluye la desestimación, sin más, por parte de la mayoría del Congreso, (en España se han planteado 66 en 30 años; de ellas, sólo 9 consiguieron recabar las firmas suficientes en el plazo estipulado y sólo 1 resultó finalmente aprobada) así como la exclusión de éstas iniciativas si se trata de Leyes Orgánicas, de naturaleza tributaria, de carácter internacional, las referentes a la prerrogativa de gracia y las mencionadas en los artículos 131 y 134.1 de la Constitución (Ley Orgánica 3/1984, de 26 de marzo, reguladora de la iniciativa legislativa popular). O como que nos venda el límite de ocho años para ocupar la presidencia del gobierno. O que, en general, se nos hurte el cómo (algo que Ciudadanos debe tener muy elaborado si pretende su inclusión en la Constitución): cómo propone abordar una efectiva despolitización de la justicia, suprimir las diputaciones y eliminar los aforamientos.
Y, fundamental, que al señor Rivera se le olvide mencionar que para cualquier reforma constitucional es necesaria la participación del PP, que, con su mayoría absoluta en el Senado, tiene la capacidad de bloquear.
¿O es ésta otra forma que tiene de Albert Rivera de vendernos la Gran Coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos?. Si fuera así es que está intentando despistarnos con peines y cuchillas para colarnos el lote completo, con brocha, jabón y palangana. Bastante jabón, sobre todo.

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P.S.
Tremendo, el vendepeines. Autoproclamado heredero de Adolfo Suárez y columna vertebral de la re-Transición,  nos dice, finalmente, que todo ésto no lo podemos hacer sólos y ha pedido el concurso de más partidos. ¿Qué partidos?, ¿no sabía cuando firmó el acuerdo con el PSOE que sumados ambos -PSOE y Ciudadanos- son 130 escaños de los 350 que totaliza el Congreso (ó 9 millones de votos de un total de 25)?. ¿O ya estamos maduros para soportar oír decir que el PP se suma a la Gran Coalición?.

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