jueves, 15 de junio de 2017

Moción

Siempre es instructivo, curioso y barato -cualidad no desdeñable en éstos tiempos- consultar el diccionario para averiguar el significado que tienen -o han tenido- las palabras; moción: proposición que se hace o sugiere en una junta que delibera, pero también, acción o efecto de mover o ser movido, e incluso, inspiración interior que Dios ocasiona en el alma; ahí es nada. Supongo que ésta última acepción de la palabra no haya pasado por la mente de Pablo Iglesias, pero sí -aunque no sé en qué proporción- las dos primeras mencionadas; deduzco que la intención de Unidos-Podemos al presentar su moción de censura no era tanto ganar como remover conciencias y obligar a cada partido político a presentar sus argumentos y/o su visión ante la tremenda realidad político-social que se nos presenta. Si se tratara de ésto último, ha de reconecerse objetivamente que se han cumplido las espectativas que Unidos-Podemos puso en una acción que matemáticamente sabía en minoría; por mover han conseguido, incluso, que lo haga Mariano I el Estático (¿o será  el Extático?). Y si fuera lo primero también ha de reconocerse que hay muchas formas de ganar; de nuevo el diccionario nos ayuda: al parecer ganar deriva de la antigua palabra germánica waidanjan, que significa cosechar y que la propia palabra ganar tiene, entre otros significados, el de llegar al lugar que se pretende; en definitiva que se puede ganar, aunque no sea de forma inmediata; pocos confiaban en Gandhi cuando comenzó a defender su oposición al Imperio británico de forma no violenta
Lamentable, en todo caso, el papelón de Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera acusó a Unidos-Podemos de dedicarse más a los autobuses, las pegatinas y los marcianitos que a trabajar en el Congreso, siendo así que éste grupo parlamentario ha presentado el doble de propuestas e iniciativas parlamentarias que Ciudadanos y que, por supuesto, Rivera nunca ha descuidado el márketing de su partido, para el que llegó a posar como marcianito desnudo. Y que, con todo su impulso supuestamente regeneracionista, Ciudadanos ha permitido que el PP siga en el poder tanto en el gobierno central, como en los autonómicos bajo sospecha cierta de corrupción. Me da más miedo su ideología que su incompetencia, concluyó Rivera  refiriéndose a Pablo Iglesias. Yo, del señor Rivera -ese Lerroux redivivo- no tengo tan claro qué es lo que me dá más miedo: nada hay más terrible que una ignorancia activa, escribió Goethe.
El PP, entretanto, a lo suyo, naturalmente: aunque el control de la acción del Gobierno es una de las funciones declaradas primordiales para el Congreso de los Diputados, el problema de fondo, como ya se ha comentado, es la exitencia de universos paralelos dentro del Congreso de los Diputados: Unidos-Podemos pide cambiar un modelo de relación entre la política y la economía que actualmente se basa en la corrupción como la energía productora de movimiento (siempre en el mismo sentido, claro); el PP le responde con datos del paro en verano.

No hay comentarios :

Publicar un comentario