domingo, 6 de agosto de 2017

Apología del fascismo

Dirigentes de Falange Española de las JONS pretenden que cantar el Cara al Sol o exhibir banderas rojinegras con el yugo y las flechas no sea sancionable al poder ser considerados como expresiones ofensivas, vejatorias o atentatorias contra la dignidad de las víctimas de la guerra civil o la dictadura franquista ... cuando estas categorías de conductas no puedan ser tipificadas como delito de incitación al odio, tal y como pretende legislar el Gobierno de Aragón. Según alegan los dirigentes falangistas, el proyecto de ley puede poner en riesgo la libertad de actuación política de nuestro partido, suponiendo ello un menoscabo al pluralismo político consagrado en la Constitución Española como valor fundamental de nuestro ordenamiento jurídico, además de presentar claros indicios de inconstitucionalidad y entrañar el riesgo de impedir el ejercicio de algunos de sus derechos fundamentales a los afiliados, simpatizantes y votantes de nuestro partido.
En Alemania, el Tribunal Constitucional ha rechazado recientemente la ilegalización del NPD, el principal partido neonazi; aunque es interesante conocer la causa: el NPD, con 5.000 afiliados es políticamente irrelevante; los jueces del TC manifiestan que el ideario político de ese partido desprecia la dignidad humana y es incompatible con los principios de la democracia, pero reconocen que no hay indicios de que pueda llevar adelante sus propósitos inconstitucionales; quiere ésto decir que en Alemania rige una de las doctrinas jurídicas más tolerante y abierta respecto a la democracia y al pluralismo político. Sin embargo, la apología del nazismo está tipificada como delito en el Código Penal alemán (al igual que en Italia y Francia, también en España, pero parece que sólo teóricamente), que prevé un castigo que va de una multa en los casos leves a tres años de prisión en casos graves. Por ello la policía alemana ha arrestado el pasado sábado a dos turistas chinos por hacer el saludo nazi frente al edificio del Reichstag que alberga al parlamento alemán. La Policía de Berlín confirma que detuvieron a los dos hombres, de 36 y 49 años, después de que fueran vistos ejecutando el saludo nazi y fotografiándose con sus teléfonos móviles. Su comportamiento ha sido motivo suficiente para que se les imputara el uso  símbolos de organizaciones ilegales y aunque han quedado finalmente en libertad, han tenido que pagar 500 euros cada uno como fianza. No es el primer caso en que ciudadanos alemanes o extranjeros se han encontrado con problemas derivados de comportamientos similares;  en 1998, por ejemplo, un grupo de 70 ultras sur fueron enviados de vuelta a España minutos después de pisar Colonia  porque gritaron Heil Hitler  saludando al estilo fascista al llegar al aeropuerto de esa ciudad: tenían esa costumbre, que en España era -y es- gratis.

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